Editorial
El presidente Bernardo Arévalo tiene la gran oportunidad para demostrar o para aumentar el número de actos de violencia en este país de Guatemala. El Pleno del Congreso de la República de Guatemala aprobó el día miércoles 27 de noviembre el Decreto 35-2024, la nueva Ley de la Policía Nacional Civil (PNC), que prioriza la dignificación, modernización, profesionalización y fortalecimiento de capacidades de la institución policial, garantizando el pleno respeto de los derechos humanos y la correcta aplicación de la ley durante el ejercicio de sus funciones.
Con este decreto los agentes policiales podrán enfrentarse con los delincuentes y así cuidar de los ciudadanos.
Por otro lado, ¿qué pasará con los malos agentes de la PNC que día a día se toman la molestia de andar haciendo retenes ilegales con fines de sacarle dinero a los automovilistas y motoristas guatemaltecos? La mayoría de agentes policiales salen de turno y pasan bebiendo y drogándose, mujereando; cuando sienten que ya se ha terminado el dinero que ganaron, incluso se quedan sin dinero. Luego regresan al trabajo. Estos agentes son aquellos que no hacen bien el trabajo; a veces hasta intimidan a las personas. Ahora, con este nuevo decreto, este mal policía podrá usar su arma si en algún momento el ciudadano se opone.
Es lamentable decir que el 60% de la Policía Nacional Civil son alcohólicos y drogadictos; incluso a veces se les ha visto enamorar a jovencitas en pleno horario de trabajo. El 15% de la Policía Nacional Civil no tiene vicios, pero padece de neurosis y celos. A veces se han visto a agentes policiales en las escenas de crímenes chateando con la esposa, maltratándola o incluso haciendo videollamadas. La institución de la PNC deberá hacerles a los agentes por lo menos dos exámenes científicos al año para verificar si el agente está bien o mal con las drogas. Darles tres oportunidades y despedirlos cuando sea necesario y que otro ciudadano tome esa oportunidad de empleo.
periodista: Marco Tulio López